Comprensión o visión correcta:
Comprender el sufrimiento, como se forma, el hecho de que puede transformarse y la senda de la trasformación. Conocer cual de los cuatro tipos de alimentos que hemos ingerido ha causado lo que acaba de crearse.
Conocer la ley del Karma, causa y efecto; si practicamos ser amorosos eso se convierte en el modo de lo que nos ocurrirá en el futuro. Si cultivan la generosidad, la amabilidad, la conciencia y el dar, serán felices porque aprenderán que es placentero.
La visión correcta es reconocer qué semillas son sanas y estimularte a regarlas.
El instrumento para regar las semillas sanas es vivir con plena consciencia: respirar, andar y vivir cada momento del día de manera consciente.
No intentes atrapar la realidad en ideas o conceptos subjetivos, darse cuenta de las distintas maneras de percibir. Eso no quiere decir que no haya conciencia, gracias a ella sabemos lo que es correcto o incorrecto.
Nos sentamos para Despertar, y despertamos por llegar a nuestro cuerpo y nuestros sentidos, y comenzamos a ver las leyes que gobiernan la vida de modo que podemos llegar a una relación más sabia con ella. Nos enseña un modo de totalidad y de conciencia, de reunir nuestro cuerpo y mente (se unen por la respiración), nuestro corazón y nuestras acciones.
Soltar la autocrítica, ser hábil con la mente, deliberadamente la dirijo. La compasión hacia mi mismo para generar pensamientos positivos, ser amable con tu sombra.
¿Contactar con mi atención ahora, dónde está? ¿Es una atención hábil, positiva, negativa, nutre o no? ¿Está influenciada por querer conseguir algo, escaparme de algo? Esto también lo intento soltar. Reconocer la energía del habito.
Si el cuerpo esta relajado las percepciones dentro fuera son fluidas. Necesitamos soltar la tensión y el estrés del cuerpo. Ver la cosa como es, no crear historia o conceptos… el sonido sonido, el pensamiento, pensamiento, la sensación, sensación.
Para generar un estado interior equilibrado: relajar opiniones, creencias, juicios, culpabilidad y miedos. Acoger todo con ligereza. No significa que no tenga opinión, pero en plena conciencia puedo ver el efecto que tienen mis opiniones sobre mí.
Vivir con plena consciencia cada detalle de la vida te conecta con la impermanencia, con algún dolor y sufrimiento y con el hecho de que no controlamos mucho. Si aceptas estas cosas te alejas de vivir una fantasía.
Hacer de todas las cosas cotidianas una parte de la practica espiritual.
Uno debe escuchar su corazón. Puedes ver lo necesario de actuar.
Hay hambre, guerras. Acumulación apego, codicia, ira e ignorancia (semillas destructivas).
Ir más allá del miedo a la ira y poder poner unos límites y transformarla. Aprender a no estar tan atrapados en ella. Cuando abrazas la ira es posible que se rieguen otras semillas en ti. La ira está en nosotros, ver que no aceptamos, buscar el origen de nuestra ira, que raíces tiene para ver qué la alimenta.
Tocar las semillas sanas para que las negativas no tengan tanta fuerza: generosidad, amor, compasión, no violencia, libertad interior.
Abandonar lo no constructivo y abrazar lo constructivo. La ignorancia es un veneno. La confusión no permite reconocer si una formación mental es positiva o no.
Tich Nhath Hant describe la visión correcta como la madre de todos los Budas, ( Prajña paramita) la energía del amor y de la comprensión que tiene el poder de liberarnos.
Nutrir las formaciones mentales: la amorosa benevolencia, aceptación, generosidad hacia mí mismo, tranquilidad, estabilidad.
La conciencia no es lineal. Hace falta varias condiciones para ser consciente: Retiros Sanghas, enseñanzas: contactar con mi ser, discernir lo favorable de lo que no.
Llegar a cada momento con conciencia, con un sentido más grande de apertura de corazón y con una visión más clara.
Reconocer la llave de la libertad de reconocer los estados mentales. Decir no es libertad. Conocer los impulsos.
Lo que mas quieren los seres humanos es ser honrados, amados y reconocidos. El mundo necesita seres que no estén atrapado por la ira, el prejuicio y el temor.
El sentido del amor es honrar y ver nuestra conexión.
El enemigo cercano de amor es el apego. Se enmascara como amor, se siente así, pero está separada, dice: “Te necesito allí para hacerme completo”.
El enemigo cercano de la compasión es la lástima. Todos ellos están sufriendo, yo no sufro, pero ellos sí; eso los separa de nuevo.
El enemigo cercano de la ecuanimidad o el equilibrio es la indiferencia.
La ecuanimidad real es cuando el corazón comienza a abrirse y encontramos la capacidad de experimentar todo lo que el mundo presenta con equilibrio, con amor y apertura.
Nuestro entrenamiento en meditación no es escapar del mundo sino sentarnos justo en medio de él, prestar atención a lo que es doloroso y a lo que es placentero, a lo que hace mucho ruido, a lo que esta en silencio, y comenzar a atender a nuestra relación hacia eso, a observarlo, aprender de eso y aprender un modo sabio de relacionarnos.
Vivir las sensaciones, emociones, ser conscientes de los aspectos agradables, neutros y desagradables de nuestra experiencia; aprender que no debemos resistirnos a lo que es doloroso y aferrarnos todo el tiempo a lo placentero. Esto no nos lleva a la paz, porque las cosas cambian de todos modos.
¿Qué es lo más valioso de todo esto? Nos preguntamos: ¿Aprendí a vivir bien?; Amé bien?; qué me importa?, ¿Qué me da miedo?: Aprender a ser más libres de los altibajos de la vida y sus placeres y dolores, y aprender de algún modo a abrirnos y amar, a no tener miedo de expresar que amamos y sentirlo plenamente.
Resumen del libro el corazón de las enseñanzas de buda
de Thich Nhat Hanh