Si no puedes sentir tus emociones, si estás desconectado de ellas, acabarás sintiéndolas a un nivel puramente físico, como un problema o un síntoma físico.
Puedes dejar que la emoción este ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción, eres el observador, la presencia que mira. Si practicas así todo lo que es inconsciente en ti, saldrá a la luz de la conciencia. Enfoca tu atención hacia dentro. Siente la energía de la emoción.
El amor, la alegría y la paz son profundos estados del Ser o, más bien, tres aspectos del estado de conexión interna con el Ser. Como tales, no tienen opuesto. Esto se debe a que surgen más allá de la mente.. El placer siempre se deriva de algo externo a ti, mientras que la alegría surge de dentro.
El verdadero amor no te hace sufrir. ¿ Cómo podría? El verdadero amor no se convierte repentinamente en odio, y la verdadera alegría tampoco se convierte en dolor.
Acepta y después actúa. Acepta cualquier cosa que contenga el momento presente como si la hubieras elegido. Trabaja siempre a favor del momento, no contra él. Haz del presente tú amigo y aliado, no tu enemigo. Esto transformará milagrosamente tu vida.
Sé guardián, siempre atento de tu espacio interno. Enfoca tu atención en lo que sientes dentro de ti. Toma conciencia no sólo del dolor emocional, sino también de “aquel que lo observa”, el testigo silencioso. Este es el poder del ahora, el poder de tu propia presencia consciente.
El secreto de la vida es morir antes de morir y descubrir que no hay muerte.
La verdadera comunicación es comunión: la realización de la unidad, que es el amor.
Eckhart Tolle