El arte de vivir: Thich Nhat Hanh
La ciencia es la búsqueda de comprensión; es lo que nos ayuda a comprender lejanas estrellas y galaxias, nuestro lugar en el cosmos, la estructura profunda de la materia, las células vivas y nuestro propio cuerpo. La ciencia al igual que la filosofía se encarga de entender la naturaleza de la existencia y el significado de la vida.
La espiritualidad es también un área de investigación y estudio. Queremos comprendernos a nosotros mismos, comprender el mundo que nos rodea y el sentido de vivir sobre este planeta.
Queremos comprender quienes somos realmente y comprender nuestro sufrimiento. Comprender el sufrimiento genera aceptación y amor, y esto es lo que define la calidad de nuestra vida. Todos necesitamos ser comprendidos y amados y todos queremos comprender y amar.
La espiritualidad es un camino para generar felicidad, comprensión y amor a fin de que podamos vivir profundamente cada instante de vida. Descubrir maneras de lidiar con las dificultades de la vida y generar paz, alegría y felicidad.
La práctica de la plena conciencia, atención plena, desarrolla la claridad y la calma mental con el objetivo de observar profundamente e investigar la realidad por nosotros mismos con apertura y sin discriminación. Meditar es observar profundamente, incluso las nociones erróneas que subyacen en la base de nuestro sufrimiento. Cuando nos liberamos de esas nociones erróneas podemos dominar el arte de vivir felices en paz y libertad.
La primera noción errónea de la que debemos liberarnos es que somos seres separados, sin conexión alguna con el resto de mundo. Tenemos tendencia a creer que tenemos un yo separado que nace y muere. Esto nos hace sufrir y causar daño a los que nos rodean y a otras especies y a nuestro planeta.
La segunda noción errónea es que seamos únicamente este cuerpo y que al morir dejamos de existir, esto nos impide ver las formas en las que estamos conectados con el mundo que nos rodea y todas las formas en las que continuamos tras nuestra muerte.
Existen tres practicas fundamentales que nos ayudan a liberarnos de estas tres nociones erróneas:
La concentración sobre el vacío, la concentración sobre la ausencia de signo y la concentración sobre la ausencia de objetivo.
Nos ayudan a transformar las sensaciones de pena, ansiedad, soledad y alineación.
También podemos explorar cuatro concentraciones adicionales:
sobre la impermanencia: nos ayuda a liberarnos de la tendencia a vivir como si nosotros y los seres que amamos fuéramos a vivir por siempre.
La concentración sobre la no-ansia nos ayuda a descubrir que ya disponemos de condiciones para ser felices aquí mismo en el momento presente.
La concentración sobre el soltar, nos ayuda a liberarnos del sufrimiento, a transformar y dejar ir las sensaciones dolorosas.
La contemplación profunda de todas estas concentraciones nos permite nos permite experimentar la paz y la libertad del nirvana.
Meditar sobre estas 7 contemplaciones nos permite tener una profunda visión de interconexión y encontrar nuevas formas de solidaridad y fraternidad: Ver todo a la Luz de la interdependencia.
La libertad que buscamos no es una libertad que pueda ser destructiva ni una libertad dañina para otras naciones o para el medio ambiente, sino una libertad que nos libera de la soledad, la ira, el odio, el miedo, el ansia y la desesperación
Hacemos meditación orientada a la Calma:
El arte de respirar consciente: al inspirar pones toda tu atención en la respiración. Mientras inspiras hay paz y armonía en todo el cuerpo.
Al espirar sabes que estas espirando. Mientras espiras aparece la calma, la relajación, el soltar. Permites que se relaje todos los músculos de los hombros y del rostro.
No necesitas hacer esfuerzo alguno para inspirar y espirar.
Puedes escuchar la música de tu respiración:
Inspirando disfruto de mi inspiración
Espirando disfruto de mi espiración
Inspirando todo el cuerpo se armoniza con la inspiración
Espirando todo el cuerpo se calma con la espiración
Inspirando todo el cuerpo disfruta de la paz de la inspiración
Espirando todo el cuerpo disfruta la relajación de la espiración
Inspirando disfruto de la armonía de la espiración
Espirando disfruto de la armonía de la espiración
EL VACÍO: el milagro de interser
Vacío significa estar lleno de todo, pero vacío de una existencia separada. Vacío de un yo permanente, separado. Nuestra relación con todo alrededor. También podemos considerar el vacío como impermanencia en el tiempo. Nada se mantiene igual en dos momentos consecutivos. Aceptar el vector de la dirección de cambio.
En nuestro cuerpo hay células muriendo y naciendo cada segundo. Nuestros pensamientos, percepciones, sensaciones y estados mentales cambian también de un instante al siguiente. No podemos encontrar en nosotros nada que permanezca inalterado, que podamos llamar un alma, un yo. Aceptar la realidad del NO-Yo
Debemos percibir realmente la naturaleza de vacío, de interser, de impermanencia, en nosotros y en los demás…
Ej. Contempla una flor…
La visión profunda del interser nos ayuda a alcanzar esta sabiduría de la no discriminación. Nos libera. Ya no deseamos pertenecer solamente a una sola área geográfica o identidad cultural. Vemos en nosotros la presencia de todo el universo.
Cuanto más empleamos la visión profunda del vacío, más descubriremos y más profunda será nuestra comprensión. Y esto de forma natural genera compasión, libertad y ausencia de miedo. El corazón se llena de energía de perdón y compasión. La ira se trasforma.
Cuando estamos atrapados en pensamientos sobre el pasado y el futuro, la mente no está con el cuerpo, no está en contacto con la vida que late en nosotros y a nuestro alrededor en este momento presente.
En nuestro cerebro millones de neuronas trabajan conjuntamente, en constante comunicación. Actúan de forma sincronizada para producir, un movimiento, una sensación, un pensamiento o una percepción. Sin embargo, no hay ningún director de esa orquesta. No podemos localizar una parte en el cuerpo donde se controle todo. No hay un actor, una entidad propia separada que lleve a cabo el pensar, sentir y percibir.
No podemos extraer la mente del cuerpo y no puedes extraer el cuerpo de la mente. Así como descubrimos la flor en el florecer, descubrimos al ser humano en la energía de la acción. Si no hay energía de acción, no hay ser humano. Somos la suma de todo lo que pensamos, decimos y hacemos. Solo podemos descubrirnos en nuestros actos de cuerpo, palabra y mente, una continuación de energía a través del espacio y del tiempo.
AUSENCIA DE SIGNO:
La muerte es imprescindible para que la vida sea posible. Cada día te transformas, partes de ti nacen y partes de ti mueren. La muerte es trasformación. La muerte es continuación. La muerte es imprescindible para la vida. (Aceptación al cambio)
Al ver algo reconocible en el mundo de los fenómenos decimos que está ahí, que existe. Y cuando ya no lo vemos decimos que no está ahí, que ya no existe. Pero la verdad subyacente es que aún existe, aunque su apariencia haya cambiado. El reto es reconocerlo bajo sus nuevas formas.
Nuestra capacidad para comprender la verdadera naturaleza del no-nacer y superar el miedo, el dolor, la ira y la tristeza depende de si podemos mirarlo todo con los ojos del no-signo.
La práctica de contemplar tu propio no-signo. Hoy en día tu aspecto es diferente, hablas, actúas y piensas de otra manera. Tu forma, tus sensaciones, tus percepciones y tu conciencia son muy distintas. No eres permanente, invariable. Así que no eres la misma persona, pero tampoco eres una persona totalmente diferente.
Cuando no te quedas atrapado en apariencias o imágenes concretas, puedes ver con más claridad. Puedes ver que el pequeño niño/a aun vive en cada célula de tu cuerpo.
La visión profunda de vacío y de la ausencia de signo nos pueden ayudar a liberarnos del dolor. Por ej: la perdida de un bebe… El bebe no posee una identidad separada. Nada se pierde.
Al liberarnos de la noción de un yo, de un ser humano diferenciado de los demás seres vivos. Inter-somos con todos nuestros ancestros, con nuestros descendientes y con todo el universo. No poseemos una identidad separada, nunca hemos nacido realmente y nunca moriremos realmente. Estamos interconeCtados con toda la vida y estamos en trasformación permanente.
AUSENCIA DE OBJETIVO
Un día Buda recibió la visita de Rohitassa, una estridente deidad montada a caballo que se creía un héroe.
“Amado maestro -dijo-, ¿crees que es posible huir de este mundo de nacimiento y muerte, sufrimiento y discriminación, por medio de la velocidad?”.
Buda, con mucha amabilidad, le respondió “No, Rohitassa, no es posible huir de este mundo viajando, aunque sea a gran velocidad. Pero amigo, existe un camino de salida, sólo necesitas buscar en tu interior; observando detenidamente en el interior de tu propio cuerpo puedes descubrir toda la inmensidad del universo; puedes alcanzar tu verdadera naturaleza más allá del nacimiento y de la muerte, del sufrimiento y la discriminación. No necesitas ir a ningún lugar. Una vez que hemos visto que somos el mundo, que estamos totalmente hechos de elementos no-nosotros, nos damos cuenta de que no necesitamos perseguir nada fuera de nosotros. El mundo no puede salir del mundo. Ya somos todo los que estamos buscando.
Así como una ola no necesita ir en busca de agua, nosotros no necesitamos ir en busca de dimensión máxima. La ola es el agua. Ya eres lo que quieres llegar a ser.
Para mi Dios no está fuera de nosotros. Dios esta dentro. Dios no es una entidad exterior que debamos buscar, en la que debamos creer o no. Dios, el nirvana, la dimensión máxima nos es inherente. Con plena conciencia, concentración y visión profunda, es posible tocar el nirvana, tocar nuestro cuerpo cósmico o el reino de Dios con cada aliento, con cada paso.
La concentración en la ausencia de objetivo significa llegar al momento presente para descubrir que este momento presente es el único en el que puedes encontrar todo lo que buscas, y que ya eres todo lo que quieres llegar a ser.
Perseguimos el sueño de nuestra vida y en el camino nos perdemos a nosotros mismos.
El arte de parar: en cuanto se para hay felicidad, hay paz. Estas profundamente instalado en el momento presente y tocas tu cuerpo cósmico. Tocas la eternidad. No hay ya inquietud alguna, no hay búsqueda alguna.
Sé bello, sé tu mismo. No necesitas llegar a “ser alguien” o hacer algo para ser libre y feliz.
Cada uno de nosotros tiene que ser su verdadero yo: fresco, sólido, relajado, amable y compasivo. Ser nuestro verdadero yo es provechoso para nosotros y para todos los que disfrutan de nuestra presencia.
Solo necesitamos llevar una vida sencilla, auténtica. Nuestro verdadero yo, no necesita dinero, fama o estatus.
La bondad amorosa, la comprensión y la compasión se halla dentro de nosotros. Incluso en los momentos más difíciles, todo lo que es bueno, verdadero y bello esta ya presente en nuestro interior y a nuestro alrededor. Solo debemos vivir de forma tal que pueda salir a la luz.
En cuanto hay en nuestro corazón compasión, bondad amorosa y comprensión, brota de forma espontanea en nosotros una fuerte motivación para actuar y ayudar.
Nuestra energía de paz, compasión y libertad es esencial. Debemos alimentar y proteger nuestra forma de ser. Todo lo que hagamos precisa tener una dimensión espiritual.
¿Cuál es tu sueño? Nuestro sueño nos da vitalidad, da sentido a nuestra vida. Todo el mundo tiene un sueño. En el inicio de una relación con alguien necesitas descubrir también cuales son los sueños más profundos de esa persona. Necesitas preguntarle qué quiere hacer con su vida. Caminar juntos en la misma dirección.